ENTREVISTA A RUBÉN LEAL. HERMANO DE MARIO LEAL, ASESINADO POR BOLINAGA
Se
cumplen dos años de la puesta en libertad del asesino Bolinaga.
Mediáticamente, es conocido por el cruel secuestro de Ortega Lara, pero
solo en ocasiones también se le hace mención como el asesino de “tres
guardias civiles”.
Pues
bien, uno de ellos es Mario Leal Baquero, un joven guardia civil que a
sus 28 años fue asesinado, acribillado a balazos en Mondragón
(Guipúzcoa) a manos de quien hoy se pasea libremente por las mismas
calles en las que Mario vertió su sangre.
Hablamos
con su hermano, Rubén Leal, en una entrevista que seguramente no es
apta para el gran público, acostumbrado al discurso de lo políticamente
correcto.
- Rubén, ya han pasado casi 29 años desde el cobarde asesinato de Mario. ¿Qué recuerdos tienes de tu hermano mayor?
Efectivamente
han pasado 29 años, aunque parece que fuera ayer mismo cuando los
cobardes de Bolinaga, Gaztelu y Ugarte, “cazaron” a Mario dentro de su
coche.
De
mi hermano tengo muchos recuerdos, pues cuando lo asesinaron yo tenía
18 años y él 28. Aunque Mario hacía 6 años que se había casado y tenía
una hija de la misma edad. Recuerdo que le encantaba el ejército y la
aventura, a nadie sorprendió cuando a los 18 años haciendo el servicio
militar nos dijo que se había apuntado voluntario para las COES y allí
hizo su “mili” en la COE 101 de Palma de Mallorca.
Lo
recuerdo en casa escuchando música en su “radiocasete” y bromeando
constantemente. Y hay que contar que en mi casa tampoco había muchos
motivos para bromear, pues 10 años antes de estos recuerdos de juventud
de Mario, su hermana María Jesús “Susi” murió a los 8 años recién hecha
la primera comunión de una leucemia.
- ¿Cómo fue para vosotros aquella noche del 6 de diciembre de 1985 en que os comunican que Mario sufrió un atentado?
No
tengo ningún recuerdo especial del 5 de Diciembre de 1985, hasta que a
la una de la madrugada del día 6… !Joder! todo cambió en nuestras vidas.
Sonó el teléfono y lo cogió mi padre; lo que le decían
era confuso y no sabía explicar qué pasaba, mi madre lloraba a su lado y
mi hermano Álvaro y yo estábamos en la cocina como estatuas viendo la
escena sin saber qué hacer o que decir, solo escuchaba el llanto de mi
madre.
Llamaba
la Guardia Civil, decían que Mario había sufrido un atentado y estaba
grave, que se fueran mis padres a las Vascongadas, que se dieran prisa. Y
sí que se la dieron. Mi cuñada con sus padres pasaron a recoger a los
míos y los cinco se marcharon. Nunca le conté a nadie la cara de tonto
que se me quedó en aquella cocina, con mi hermano pequeño a mi lado, los
dos solos, la casa en silencio y sin saber qué hacer.
Mis
padres con los nervios y la ansiedad se fueron sin decirnos nada y sin
despedirse. Fueron pasando los minutos y no reaccionábamos. Mario estaba
herido grave, era lo único que teníamos algo claro. Al fin, encendimos
la radio y la primera noticia que escuchamos fue que nuestro hermano
estaba muerto !Dios! y mis padres 5 horas en el coche sin saberlo,
aunque sospechándolo porque hicieron el viaje en completo silencio y sin
atreverse a poner la radio.
-
Ramón Jáuregui, delegado del gobierno en aquel momento, relata la
indiferencia y el desprecio del pueblo de Arechavaleta cuando se
realizaron las honras fúnebres de Mario. Imaginamos que tú lo has vivido
en primera mano.
Tuve la suerte de no vivir el “circo” que montaron en Arechavaleta los hijos de puta
de sus vecinos, mi madre me contó que la gente asomada a los balcones,
se reía y se burlaban; al pasar delante de un bar, la chusma reía y
gritaba “goras” a ETA. Hay que decir que los guardias no reaccionaban y
los políticos agachaban la cabeza. En un momento del funeral a mi madre
se le acercó una chavala y le dio un sobre diciéndole que era de parte
de ETA para las flores del entierro, en el interior había 1000 pesetas.
-
Bolinaga es detenido tras el secuestro de Ortega Lara. ¿Cuál fue
vuestra sensación cuando os informan posteriormente que también es el
asesino de Mario?
Once años después del asesinato de Mario, las cosas no habían cambiado mucho,
ETA seguía asesinando y en mi casa esas muertes dolían como no os podéis imaginar. También
tengo que decir, y esta vez hablo solo por mí, que cuando ETA mataba algún político la pena que sentía era casi nula.
El
caso es que cuando liberan a Ortega Lara, dentro del zulo encuentran la
pistola con la que habían asesinado a mi hermano; de esto no nos avisa
nadie y cuando digo nadie, es NADIE. De hecho, hasta el día de hoy nadie
nos ha llamado todavía, de eso nos enteramos al leerlo en el ABC unos
días después.
La
reacción en un poco confusa, siento una liberación al saber que los
asesinos están en la cárcel, pues siempre me los imaginaba paseando por
la calle y tomando vinos en su barrio y eso me jodía bastante. Por fin
habían conseguido encerrarlos y esperábamos que se hiciera un poco de
justica.
- Háblanos del juicio, del encuentro cara a cara con el asesino, con su entorno.
En
el año 2000 se celebra el juicio, mis padres prefirieron no ir, no se
sentían con fuerzas. Marchamos para la audiencia nacional Álvaro, mi
cuñada Pili y yo; nos acompañaba un abogado y unas psicólogas de la AVT.
El juicio duraría un solo día. El fiscal era Eduardo Fungairiño, una
persona a la que apreciábamos en mi familia, por ser uno de los pocos
azotes que ETA tenía en esos momentos.
Por
problemas administrativos, el juicio se suspendió y pasaba para el día
siguiente, así que la espera sería más larga. Estábamos nerviosos por
ver la cara de los tres asesinos, y cuando ese momento llegó, dentro de
la urna de cristal que protege a los valientes “gudaris” vascos, estos
cabrones se reían y abrazaban pues hacía tres años que no se veían.
El
juicio transcurría con normalidad, hasta que cuando estaba acabando,
dejaron entrar en la sala a los seguidores de ETA y entonces Álvaro y
yo, que ya no éramos esos dos gilipollas que se quedaron de pie en una
cocina a las dos de la mañana sin saber qué hacer, nos fuimos directos a
por ellos. Recuerdo coger a una chavala por el cuello y
pegado a la urna, mirar a Bolinaga pegado a su lado del cristal. Yo
pesaba en aquella época lo mismo que ahora, 125 kilos de nada; la
policía me agarraba para que la soltara, recuerdo la cara de terror de
la chavala. En ese momento, yo sentía un placer extremo. Con el tiempo,
aquel suceso me hizo pensar si yo sería una mala persona; tengo que
decir que ahora sé que no lo soy, y quizás debí haber apretado un poco
más aquel pescuezo, aunque solo fuera un poquito más.
De lo demás que pasó en la sala, no me enteré, solo recuerdo ver a
Álvaro en la salida, llorando por sentirse impotente y tener que
contenerse.
- Visto lo visto, ¿consideras que la pena de prisión es la más adecuada para este tipo de alimañas?
Me
considero un hombre tremendamente justo, y por eso creo en el “diente
por diente y ojo por ojo” no se me ocurre una ley que pueda ser más
justa. Quisiera ver muertos a los tres asesinos de Mario; es más,
quisiera poder ser yo quien los matara, no me importaría lo más mínimo.
Ya que, al parecer, somos pocos los que entendemos la justicia de esta
manera, tengo que aguantarme con que estos hijos de puta pasen 20 años
en la cárcel, si es que antes no los suelta el gobierno de turno, como
así ha sido con Bolinaga. ! Pues nada!, a joderse toca y escuchar a todos estos imbéciles y tontos del culo que apoyan a esos políticos cobardes.
-
Mario fue asesinado por ser guardia civil, en el desempeño de su
función en Vascongadas. ¿Cuál ha sido el apoyo institucional que ha
recibido la familia durante todos estos años por parte de la Guardia
Civil?
¿Qué
apoyo? La guardia civil llamó a mi casa por teléfono hace dos
años, veintisiete años después del asesinato de Mario, para invitarnos a
una exposición sobre las victimas de terrorismo, como si nosotros no
supiéramos de sobra lo que son los actos terroristas. Hay que decir que
era la primera vez que la Guardia Civil llamaba a mi casa desde aquella
madrugada del 6 de diciembre de 1985.
- Has participado activamente en las Asociaciones de Víctimas. ¿Cómo valoras su función?
Estoy
orgulloso de haber participado activamente en la “Rebelión Cívica”
puesta en marcha por mi amigo José Alcaraz, tanto desde la AVT como
posteriormente desde la Plataforma Voces contra el Terrorismo (VCT).
Nunca está de más asociarte con personas que tengan los mismos intereses
que tu, el problema surge cuando esos intereses son completamente
distintos, y es que podemos ser todos víctimas del terrorismo, pero por
unas causas o por otras, unos pensamos de una manera y otros de distinta
forma. Durante la “Rebelión cívica” se acuño un eslogan: MEMORIA,
DIGNIDAD Y JUSTICIA.
Unas
asociaciones se dedicaron a la memoria y la dignidad. Éstas yo las
abandone hace tiempo. Y otras a la justicia, y aunque tenemos la batalla
perdida, estoy con estas últimas.
-
¿Piensas que el PP, quien ahora gobierna, se ha servido de estas
Asociaciones y las ha utilizado para sus fines electorales mientras
estaban en la oposición? ¿Tienes la sensación de que os han engañado?
De
las víctimas se han aprovechado y lo siguen haciendo todos los partidos
políticos que tuvieron la oportunidad de hacerlo. Lo que hizo el PP en
esta legislatura es especialmente doloroso en mi familia; hay que decir
que mis padres eran afiliados del PP y confiaban en que Mariano Rajoy
cumpliera al menos con lo que les había prometido, pero como todos
pudimos comprobar, no fue así.
Hablo
por mis padres cuando digo que se sienten traicionados por Rajoy, pero
no puedo decir lo mismo, porque yo no esperaba nada bueno de este
impresentable, como tampoco lo espero de ningún otro político en el
futuro.
- ¿Cómo vives el momento en que te enteras que Rajoy va a poner en la calle a Bolinaga?
Sabía
que el gobierno estaba rendido a ETA desde años atrás, sabía que la
salida de Bolinaga a la calle era segura, pero no por eso voy a negar
que el día que por fin salió, fue un día muy duro. Un día de agobio,
frustración e impotencia. Nos volvían a golpear otra vez, solo que ahora
lo hacia el gobierno de mi país. Y no os voy a engañar, eso jode y
mucho…
- ¿Qué interpretación personal le das a la puesta en libertad de Bolinaga por el actual gobierno del PP?
El
gobierno suelta a Bolinaga, deroga la doctrina Parot y se baja los
pantalones ante ETA siguiendo un plan trazado por Zapatero y con el
beneplácito de Rajoy, con el fin de que ETA deje de matar, aunque para
ello haya que humillar a los españoles y burlarse de los muertos y sus
familias. No hay que olvidar que es este mismo gobierno el que primero
manda a esos jóvenes guardias a morir a Vascongadas y luego se sienta en
la misma mesa con sus asesinos a negociar una salida para sus presos.
DEMENCIAL.
-
El mensaje que se da desde amplios sectores es el de hacer tabla rasa y
mirar el futuro en pos de una “convivencia que ayude al proceso de paz”. Rubén, ¿perdonas y olvidas?
Cada
cual que haga lo que quiera, sé que sois un puñado de españoles los que
pensáis como yo. Nunca olvidaremos y nunca perdonaremos. También sé que
los demás están confundidos o son unos cobardes.
- Muchas gracias, Rubén. Tienes vía libre para añadir lo que desees.
En
todos estos años de lucha porque se hiciera al menos un poco de
justicia, ya que la que yo quisiera sé que no me la permitirán hacer, he
conocido gente buena y gente mala. Por supuesto que me quedo con la
primera.
Quiero
dar las gracias a provechando la oportunidad que me brinda El Cadenazo a
todas esas personas que me apoyasteis en los momentos duros… gracias a
In Memoriam Juan Ignacio por estar ahí. Les digo desde
esta revista a esos cobardes asesinos de españoles que en el camino nos
encontraremos y que sigo pesando 125 kilos de nada; esta vez no soltaré
la mano del cuello tan fácilmente.
! Arriba España!